Es un comentario a las palabras de Jesús: "mi carne es verdadera comida y sangre, verdadera bebida (S. Juan, 6). Se dedica principalmente a comentar las enseñanzas de San San Pablo sobre la fe que hay que tener para participar en la cena del Señor. Hacer memoria de Jesucristo es hacer memoria de todo lo que hizo y sintió en su corazón en la institución del sacramento.

Es un comentario a las palabras de Jesús: "Mi carne es verdadera comida y mi sangre, verdadera bebida (S. Juan, 6). Semejante al anterior, y desde luego obra del mismo autor. Resalta la felicidad y gozo que debe tener en cristiano ante el regalo de Cristo de permanecer realmente con nosotros y saborear los dones celestiales de la Eucaristía. Los demás dones, los de la tierra, el mar los podemos gustar gracia a la Eucaristía. Las manchas de humedades son en este sermón más fuertes que en el otro y el texto se ha perdido en el centro de de pliego. Los márgenes tienen muchas citas biblicas.

Es un comentario a las palabras del denominado antiguamente III libro de los Reyes en el cap. 19 v. 5: «Surge et comede». Orienta el sermón a las disposiciones que se han de tener para recibir la Eucaristía.

El más augusto de los sacramento de nuestra fe. Sacramento que da gloria a Dios. Es un sermón del día del Corpus Christi.

Desarrolla el tema: "Con qué pagaré al Señor todas sus retribuciones" (Sal. 115, 3. Destaca la renovación constante de la vida del creyente, no solo para el sacerdote, sino también para los files. Y se ofrece por todos los delitos del mundo y todos los días, para hacer en memoria lo que Jesucristo hizo en el atar de la cruz. Se extiende en la función del sacerdote.

Sermón muy similar al anterior. Es un comentario a las palabras del denominado antiguamente III libro de los Reyes en el cap. 19 v. 5: «Surge et comede». Orienta el sermón a las disposiciones que se han de tener para recibir la Eucaristía. Hay muchos párrafos tomados del sermón anterior; casi se puede decir que es una copia de él.

Narra la solemnidad con que los pueblos preparan y celebran esta gran solemnidad a Cristo sacramentado, las procesiones que se realizan y las diversas personas, desde pontífices, sacerdotes, nobles, y pueblo que participan, canta, alaban al Señor. Sin embargo, reprocha que ese fasto, esas alabanza y culto exterior no se corresponde con el verdadero culto interior y con los deberes de que debe tener el cristiano. Cita el jueves (se supone del Corpus) la procesión y conciertos de la ciudad de Salamanca.
En el reverso pone algunas notas para aplicarlas en el sermón, en otras ocasiones.

¿Es posible que habite Dios entre los hombres? Se pregunta si el pueblo español, llamado por méritos "católico", cree realmente en la presencia real del Señor sobre los altares. El predicador piensa que hay muchos que ya no creen en esta presencia real de Cristo en la Eucaristía.

"Convocó David a los grandes de Israel y acompañado de todo el pueblo, condujo el arca a Jerusalén . Celebrar el Corpus con fe viva y religión devota. Desarrolla para ello ¿qué debemos hacer? ¿Con qué espíritu debemos disponernos para la celebración de este día ?

Comienza con el mismo texto que el anterior documento: "Convocó David a los grandes de Israel y acompañado de todo el pueblo, condujo el arca a Jerusalén." Es una festividad de alabanzas y de acción de gracias. Nos pide un fervoroso espíritu de amor y agradecimiento. Es también una festividad de reparación y expiación por las afrentas a que está expuesto y padece Jesucristo de parte de los hombres, en este sacramento...

Como sermones o pláticas de religiosos dominicos se refieren a la predicación: a los sacramentos de la Penitencia (o Confesión) y a la Eucaristía, ya que la labor catequética era propia de los sacerdotes, párrocos, beneficiados o coadjutores.