Grandes han sido los beneficios generales de Dios para la humanidad. Pero hay otros más decisivos, que no pueden menos de provocar la gratitud y fiel correspondencia del hombre: son los beneficios de Cristo en si vida, milagros, muerte y resurrección; pero que Jesucristo no se apartase de los que ama, se humille, se anonade, se circunscriba para venirse de alimento bajo el velo de las especies sacramentales y estar así con nosotros, ¿no es la prueba más decisiva y el testimonio más auténtico de su amor?