Uni. doc. simple 8 - P. Fr. M. Canal miembro del tribunal de tesis de Historia de la Iglesia en el Ateneo Lateranense de Roma.

Natural de Proaza, San Vicente (Asturias), hijo de Manuel Canal y Felisa Gómez, maestros nacionales, virtuosos cristianos, que trajeron al mundo 9 hijos, entre ellos a Maximiliano. Desde 1899, familia residió en San Salvador de Deva (Gijón) por traslado de la madre a la escuela dicha. Maximiliano tenía 4 años y allí vivió hasta que marchó al Colegio de los PP. dominicos de San Juan Bautista de Corias, fue el 25 de enero de 1908. Tras cursar las Humanidades, con 15 años de edad tomó el hábito dominicano, iniciando el año de noviciado a cuyo término, el 16/08/1912, hizo la profesión en manos del P. Fr. Alberto Colunga, prior de dicho convento. Estudió filosofía en el mismo convento de Corias y la teología en Salamanca, donde se ordenó de sacerdote el 11 de mayo de 1919. Terminados los estudios fue asignado, en el año 1920 al convento de Oviedo, como profesor del colegio. En 1923 fue enviado a Roma, como secretario del Colegio Internacional "Angelicum", estancia en la que aprovechó para obtener el título de Lector en Teología, el 2/1/1924, y para dedicarse a la investigación. En diciembre del 1925 vuelve a España y es asignado a Madrid como director de la revista Ciencia Tomista. Al trasladarse ésta al convento de Salamanca, el P. Maximiliano fue asignado a dicha ciudad, donde compaginó la dirección de la revista con la enseñanza de historia eclesiástica y patrología. En 1930 fue llamado para volver a Roma, como director de "Analecta Sacri O.P." y vicearchivero general de la O.P., en el convento de Santa Sabina, y al año, en 1931 fue nombrado profesor de cristología y metafísica del Seminario Mayor Romano.
Como era su costumbre, en el verano de 1936 tornó a España para pasar sus vacaciones. La Guerra Civil le sorprendió en Gijón, con su hermano D. Alejandro, sacerdote secular, y juntos fueron apresados por los rojos. Un año de cautiverio, y, al final, llevado junto con su hermano al paredón para ser fusilado. La intercesión de una señora, logró que no fueran ejecutados los dos hermanos.
Terminada la guerra, volvió a Roma, el 31 de mayo de 1942, como profesor del Colegio Ateneo Laternense, y promovido al Magisterio en Teología. Durante el 1943, con pasaporte diplomático, sirvió a España llevando misivas a personalidades en el extranjero. En 1944 celebró las bodas de plata sacerdotales en Roma. Este mismo año comenzó a sentirse mal y los especialistas diagnosticaron una úlcera cancerígena en el estómago. Había que operar. Se intentó que fuera en España, pero la situación de Italia y la demora de los aliados, obligaron a que fuese operado en Roma, cosa que se inició el 1 de noviembre; pero los cirujanos vieron que ya no había nada que hacer por la invasión del cáncer; y dejaron que la enfermedad siguiera su curso. Terminó su vida el 28 de diciembre de 1944. (resumen del escrito mecanografiado por el P. Fr. Francisco Pérez Muñiz, que se encuentra en este AHDOPE.