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Son dos sermones de una novena, y en el segundo, el de la coronación de espinas, se indica que es para el día 5º. No se señala el lugar ni el público.

Como tema del sermón: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón." Y recorre la vida de Domingo aplicándola a estas dos cualidades, con lo que Domingo se convierte en un apóstol de Jesucristo, con la misma misión. Al final el mismo autor pone unas notas de enmiendas a las equivocaciones.
En el interior del pliego hay un billete, en realidad es parte de un sobre antiguo de correos, dirigido al Rdo. P. Fr. José Gómez, en las Reales de Medina [del Campo], que suponemos que era capellán. Este dicho padre era exclaustrado del convento de Salamanca y es el único documento, este sobre, de su actividad, porque nunca volvió al convento. Se le sigue la pista de la vida hasta el catálogo de 1890, pero no aparece, ni siquiera como fallecido, en los sucesivos. Pero nos sirve para saber que el sermón es anterior al 1890.

Como todos los sermones de la época se parte de un tema, expresado en una frase de la Sagrada Escritura; tras la introducción, en la que se indica el objetivo del sermón, se reza una Avemaría, para pasar a la exposición doctrinal del sermón y se aplica a los fieles. No faltan las exclamaciones de alabanza a Dios, ni de peticiones.

El sermón no tiene tema bíblico. Se remonta a Adán y Eva, causantes de la pérdida del paraíso. Afirma que por ahora no sabemos que se distingan los tormentos del infierno de los del purgatorio, sino solo en la duración. Intentará enseñar las verdades de la religión cristiana sobre el cielo y el infierno para que sepan responder a los que no creen en uno y otro. Termina animando a los fieles al recuerdo del purgatorio y de los difuntos familiares para que por la oración puedan conseguir la liberación cuanto antes.

El texto conservado destaca por la constante insistencia de ánimo a los sacerdotes, fijándose en varios aspecto de Jesucristo y con la
intercesión de la Virgen: sigue adelante....

Lo enfoca desde la presencia de Dios entre los hombres: el objeto de la fe es un Dios presente, lo mismo que nuestro culto es a un Dios presente; el objeto del amor es también un Dios presente: Dios tiene sus delicias en la compañía con los hombres, con los seres humanos. Ese Dios, Jesucristo está presente en la Eucaristía. Invita a los oyentes a participar frecuentemente de este sagrado banquete, que el Señor regala en este misterio.

Lleva como título: «Ostendit ei omnia regna mundi et gloriam eorum et dixit ei: Haec omnia tibi dabo, si cadens adoraveris me» (Mat. 4, 8.). Todo lo que ofrece el demonio, que nos engaña con estas cosas, es nada comparado con lo que nos ofrece Dios.

Desarrolla las palabras de Isaías, cap.50: "Dios me ha dado un pico elocuente para mantener la debilidad con la fuerza de la palabra." Domingo debe su gloria a Dios; es este el compendio del mejor elogio de un hombre consagrado por entero a la palabra y a quien el cielo corona todas sus empresas. Aumentado Domingo la gloria del Señor, trabajaba como predicador.

• Sermón 1º : lleva por tema bíblico: « Beati misericordes quoniam ipsi misericordiam consequentur» (Mat. 5, 7). El sermón se dirige a cofrades [de las Ánimas Benditas, aunque no lo dice]. Los difuntos, unos canta constantemente la alabanza a Dios en su gloria; otros, como las Ánimas Benditas, gritan "rezad por nosotras constantemente para liberarse de purificación y pasar a la gloría", señala las practicas de los cofrades: colaborar con limosna a la aplicación de las misas, visitar los cinco altares, rezar el rosario , observar el ayuno, castigar el cuerpo con disciplinas y practicar cualquiera otra obra piadosa por las Ánimas.

• Sermón 2º: tema bíblico: «Miseremini mei, miseremini mei, saltem vos, amici mei» (Job 19). Incita a la compasión y misericordia con las almas de los difuntos. Los sufragios y oracionesson un socorro para ellos, especialmente la misa.

• Sermón 4º: Tema bíblico « Non reventetur oculus meus ut videat bona» (Job 7,7). Se debe rezar y orar y pedir por todas las almas de los difuntos, que serán oídos por un Dios justiciero, pero también un Dios infinitamente misericordioso. Las lamas del purgatorio piden pan de oraciones. Recuerda que deben cumplir lo legados de los difuntos, sobre todo los que dejan por su alma, para que todas las almas del purgatorio puedan disfrutar de la gloria eterna.

• Sermón 5º: tema bíblico: « Non exies inde, donec reddas novissimum quadrantem» (Mat. 5, 26). No saldrá de aquí hasta que pagues el último maravedí, así es la justicia divina: poned cuidado, aun en las faltas menores. Explica cómo no son superfluos las oraciones por los difuntos. El sacrificio de la redención universal es la celebración de la misa, que aplicada a los difuntos los lleva a la gloria.

El sermón tiene como tema bíblico: «Mors Peccatorum pessima.» (Psal. 135), aunque el número 3 está corregido; pero es el salmo 33, 22. Amarga muerte será la del pecador, que describe con trazos horrendos. Hay que arrepentirse antes, para no tener ese fin.

Dios nos acoge, perdona y ampara gracias a la sangre derrama por Jesucristo en su Pasión. Temor y confianza, Dios siempre nos ampara.

Es una unidad documental que contiene sermones con temas muy variados y de diversas ocasiones, que son diferentes a los sermones hasta ahora catalogados, más o menos por temas. Muchos de ellos son pláticas.

Lleva como título: « Dominum Deum tuum adorabis et illi soli servies» (Mat. 4, 10). Quiso ser tentado como nosotros, los pecadores, para asemejarse a nosotros. Toma las palabras de Sto. Tomás de Villanueva: «¡Oh infinita indignación; qué humildad la de nuestro Dios!»
En este sermón, con letra del siglo XX, alguien ha escrito al margen: "Nuestro amor a Dios debe ser sumamente apreciativo"

El pueblo de Magallón (Zaragoza) tenía desde principios del 1600 un convento de dominicos; y tenía gran devoción a una imagen de Cristo con la cruz a cuestas, y también tenía una capilla dedicada a la Nuestro Señor crucificado. El sermón por el contenido está dedicado al Señor crucificado. La fecha de 1820, nos indica que la predicación fue anterior a la exclaustración, y hay que pensar que algún exclaustrado dominico de la provincia de Aragón lo trajo ya en tiempo de la restauración del convento de La Coruña. Parece que está incompleto.

Desarrolla las palabras de Isaías, cap.42, 13: "Sicut vir praeliator suscitabit zelum." Domingo, en toda su actividad apostólica se movía o comportaba como guerrero que excitaba su celo por la predicación de la palabra y gloria de Dios.

• Sermón 1º : lleva por tema bíblico: « De profundis clamavi ad te Domine» (Sal. 129). Ocupa la primera hoja por ambas caras y continúa en la última (r). asume las palabras de S. Pablo: no queráis echar en olvido la beneficencia y comunión. Esto es lo que gritan las almas del purgatorio, a sus padres, hijos o parientes y demás deudores.

• Sermón 2º: lleva por tema bíblico «Sancta et salubris est cogitatio pro defuntis (sic) exorare ut a peccatis solvantur» (II Macab. 12, 46), ocupa la hoja 2 y 3.

• Se le han añadido, posteriormente, tres líneas al final de la hoja 3v y la 4v, bien destacados por la tinta. Es como una prolongación, o añadido, del sermón segundo.

El sermón tiene como tema bíblico: «Homo quidan habuit duos filios et adolescentior ex eis (sic) dixit patri suo: pater, da mihi portionem.» (Luc. 1511-12). Señala 5 puntos de la actitud del hijo menor hasta su vuelta a casa del padre. Al final, última hoja, inicia otro Segundo Sermón, pero solo se escriben 6 líneas y media, y es una oración.

El autor de este sermón es el mismo del anterior: la letra pequeñísima le hace inconfundible, aunque siga estando en el anonimato su identificación. Exalta el sacramento como fuente de unión con Dios, con la Iglesia y con el resto de la humanidad. Dice que por espacio de ocho días se celebra este misterio, de manera solemne, en todas las iglesias de nuestra tierra.

Es una unidad documental que contiene sermones o pláticas dirigidas a religiosas y sacerdotes, con temas propios de ambos estados

Relato de la llegada de las tropas francesas al convento-colegio de Santa María la Real de Trianos (Sahagún- León), escrito por un testigo ocular, que firma San Vicente y se llamaba Fr. José de San Vicente.. Relato dirigido al P. Francisco de la Paraja, O. P., Vicario de las monjas de Cangas de Tineo. El relato, tras noticias personales, comienza el 24 de julio de 1809.