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Los santos dominicos, canonizados hasta el siglo XIX, eran muy pocos, sólo 7. La exclaustración de 1835-1836 hasta la vuelta de los dominicos a La Coruña 1899, es un vacío de tres cuartas partes del siglo, por lo que ese tiempo los predicadores era sacerdotes exclaustrado, de los que quedaban ya pocos por el paso de los años.

Como se ha dicho son 2 sermones sobre el Espíritu Santo, bien como sermones en novenas o celebración del día de Pentecostés. Los sermones de la Virgen María son también en las fiestas de marianas o en las advocaciones diversas y cofradías y hermandades de la época.

Es una unidad documental que contiene sermones o pláticas dirigidas a religiosas y sacerdotes, con temas propios de ambos estados

Se recogen aquí sermones dedicados a la Pasión de Jesucristo y a las advocaciones procedentes de momentos de la la Pasión. Añadimos otros dos sermones que habla de la redención por la Pasión de Cristo, pero que están incompletos y en mal estado.

Como todos los sermones de la época se parte de un tema, expresado en una frase de la Sagrada Escritura; tras la introducción, en la que se indica el objetivo del sermón, se reza una Avemaría, para pasar a la exposición doctrinal del sermón y se aplica a los fieles. No faltan las exclamaciones de alabanza a Dios, ni de peticiones.

Como sermones o pláticas de religiosos dominicos se refieren a la predicación: a los sacramentos de la Penitencia (o Confesión) y a la Eucaristía, ya que la labor catequética era propia de los sacerdotes, párrocos, beneficiados o coadjutores.