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Es sermón de la fiesta de Natividad, predicado por el P. Fr. Manuel Míguez, Sti. P.N. Francisci mayoris, en el año 1844.

Tema: «Erunt signa in sole, luna et stellis: is autem fieri incipientibus, respicite, et levate capita vestra, quoniam apropinquat redemptio vestra.» (Luc. 21). De la explicación de los cataclismos, pasa al la esperanza de los pecados perdonados y al ejercicio de la caridad, para recibir la redención.

Tema: «Erunt signa in sole, luna et stellis: is autem fieri incipientibus, respicite, et levate capita vestra, quoniam apropinquat redemptio vestra.» (Luc. 21).

El Evangelio según San Juan (caP. 11), de la resurrección de Lázaro se leía el viernes de la cuarta semana de Cuaresma. El predicador, autor de este sermón, no indica las circunstancias en que predicó este sermón, pero la finalidad es cuaresmal.
La orientación del sermón es que Juan, por una parte, nos señala el curso de la enfermedad y muerte de Lázaro y, por otra parte, nos señala lo que hizo Jesús. Así en lo primero vemos y reconocemos los grados que conducen al pecador al endurecimiento, y, en lo segundo, todos los medios de salir de él.

Tema: «Beatus qui non fuerit scandalizatus in me» (Mat 11, 6). Cristo ha venido en nuestra carne para ser modelo nuestro, pero por su humillación muchos, que esperan otras cosas o modos, se sienten escandalizados.

Lleva como título: « Vis sanus fierit? Hominem non habeo. Surge tolle prabatum tuum et ambula» (Jua. 5,7-8)

Sermón que lleva por tema bíblico: « Mirabiliter me crucias» (Job 10, 16). Lamenta la situación de su tiempo, porque se ha perdido la devoción: ¿donde están las penitencias rigurosas? ¿Dónde los frecuentes ayunos, los trabajos de los perezosos? ¿Dónde el rezo del Rosario, las visitas a los altares, o las cinco iglesias...?

Tema bíblico: «Miseremini mei, miseremini mei, saltem vos amici mei, quia manus Domini tetigit me.» (Job. 19,21). Orienta el sermón a mover los corazones de los fieles, por la virtud de la caridad, a la compasión de los justos difuntos que aún padecen la purificación del purgatorio. Compara la compasión que tenemos con los enfermos y moribundos y la poca que tenemos con la alma del purgatorio.

Sermón que lleva por tema bíblico: «Sancta et salubris est cogitatio pro defuntis exorare ut a peccatis solvantur» (II Macab. 12,46) Expone el cuidado de la Iglesia por sus hijos, no solo en esta vida (con los sacramentos), sino también en el más allá, en su preocupación por los difuntos. Por ello no se pueden olvidar, porque dependen en todo de nuestras oraciones y sacrificios.

Sermón que lleva por tema bíblico: «Miseremini mei, saltem vos amici mei» (Job 19, 21). Quiere el predicador exponer los medios eficaces para que el recuerdo de los difuntos [el sermón está escrito para ser predicado el día de difuntos, es decir , para el 2 de noviembre], porque a veces se ponen medios inadecuados para sacar ánimas de purgatorio. Cualquiera de las almas que oiga la voz favorable de la sangre de Jesucristo gozará una vida bienaventurada, porque libre de los lazos de la culpa, entrará a poseer la herencia de los hijos de Dios.

En un año de sequedad y calor, los fieles se reunieron para pedir a Dios la lluvia necesaria. Tema bíblico: «Petite a Domino pluviam et tempore serotino» (Zac. 10, 1). Es prácticamente el mismo sermón anterior, con pequeños cambio, pero más moderno que dicho anterior.
Se ve que es una copia más moderna y adaptada a un público muy similar; con letra mejor y más moderna. Cosa que debió ser frecuente en la antigüedad.

En un año de sequedad y calor, los fieles se reunieron para pedir a Dios la lluvia necesaria. El sermón no dice dónde es, pero parece que era una sequía generalizada en todo el país. Hace un resumen de oraciones de rogativas para pedir remontándose al A. T. y a los SS.PP. poniendo ejemplos concretos de intercesión y consecución de la lluvia; llega hasta san Isidro Labrador; se interpreta la sequía como una corrección o castigo de Dios por los pecados de los cristianos. El sermón lo divide en 9 puntos, que señala en el margen. Y elige como tema bíblico: « Petite a Domino pluviam in tempore serotino» (Profecía de Zacarias, cap. 10).

Tiene como tema: « Quis ex vobis arguet me depecato? » (Jua. 8, 46-47) . Orienta el sermón a la fealdad del pecado, en especial de los que comulgan en pecado, cometiendo el abominable y criminal sacrilegio.

El un sermón tiene el tema bíblico: « Quare rubrum est indumentum tuum? (Isa. 63). Es un sermón para predicar en una escenificación de Camino del Calvario, parecido al caso del "Desenclavo". Las anotaciones al margen van indicando las caídas, las entradas en escena de Juan, La Virgen, Verónica... con su reflexión piadosa.

Sermón de la fiesta de Pentecostés, siguiendo la narración de los Hechos y la acción del Espíritu Santo en el pueblo de Dios.

Según dice el texto, es predica durante una novena, un día de la misma, y está orientado a hacer ver cómo la vida de Jesucristo está movida por el el Espíritu Santo, a diferencia de los hombres que nos dejamos llevar por otras inspiraciones.

El sermón tiene como tema bíblico: «Homo quidan habuit duos filios et adolescentior ex eis (sic) dixit patri suo: pater, da mihi portionem.» (Luc. 1511-12). Señala 5 puntos de la actitud del hijo menor hasta su vuelta a casa del padre. Al final, última hoja, inicia otro Segundo Sermón, pero solo se escriben 6 líneas y media, y es una oración.

Lleva como título: « Dominum Deum tuum adorabis et illi soli servies» (Mat. 4, 10). Quiso ser tentado como nosotros, los pecadores, para asemejarse a nosotros. Toma las palabras de Sto. Tomás de Villanueva: «¡Oh infinita indignación; qué humildad la de nuestro Dios!»
En este sermón, con letra del siglo XX, alguien ha escrito al margen: "Nuestro amor a Dios debe ser sumamente apreciativo"

Lleva como título: «Ostendit ei omnia regna mundi et gloriam eorum et dixit ei: Haec omnia tibi dabo, si cadens adoraveris me» (Mat. 4, 8.). Todo lo que ofrece el demonio, que nos engaña con estas cosas, es nada comparado con lo que nos ofrece Dios.

Lleva como título: « Militia est vita hominis supra terram» [Job,cap. 7]. El sermón comienza, tras enunciar el tema, con las abreviaturas M.R.M. que lo normal sería: Muy Reverendo Maestro; pero es posible, ya que habla de religiosos y religiosas en el sermón, que haya puesto en singular lo que debería ir en plural MM.RR.MM. que sería Muy Reverendas Madres. Insiste mucho en el contagio de las compañías, a las que culpa de las faltas de observancia; lo mismo hace con Eva que engañó o pervirtió a Adan: "Tal vez, dice, Adán hubiera sido fiel en la prueba si hubiera estado solo, pero la compañía lo ha perdido".

Lleva como título: « Domine, bonum est nos hic esse» (Mat. 17,4). Dedica el sermón a exponer las leyes que llevan al cielo, porque viendo lo que dice el evangelio, del monte Tabor, nos debe hacer suspirar por la bienaventuranza y decir con San Pablo: Oh, quien me concediera al morir ver esto.

No tiene tema bíblico. La presencia de los cofrades congregados y distribuidos en coros es la prueba clara del obsequio y devoción que los fieles han de hacer a la Virgen María. Considera a los Coros de María como asociados a los ángeles, por emplearse diariamente a la alabanza de María, visitando sus más célebres imágenes. El predicador se siente alegre porque han entrado en esta Corte de María, muy alabada por la devoción y por las gracias que la Virgen derrama sobre los asociados.

El sermón tiene como tema bíblico: «Mors Peccatorum pessima.» (Psal. 135), aunque el número 3 está corregido; pero es el salmo 33, 22. Amarga muerte será la del pecador, que describe con trazos horrendos. Hay que arrepentirse antes, para no tener ese fin.

Lleva por tema: « Cum sublebasset ergo oculos Jesús et diviset quia multitudo maxima venit ad eum, dixit ad Philipum ¿unde emmemus panes ut manducent hi?» (Jua. 6, 5.) Orientado a la compasión y al compartir los bienes, porque Dios los da más abundantes.

Lleva por tema: « Et cum ejecisset daemonium, locutus est mutus et admiratae sunt turbae» (Luc. 11, 14). Orientado también a la confesión.

Lleva por tema: « Et cum ejecisset daemonium, locutus est mutus et admirate sunt turbae» (Luc. 11, 14). Discurre el sermón hacia los confesores y la potestad para perdonar y se fija en tres principales circunstancias: primera: ¿Quién perdona? segunda, ¿qué es lo que perdona? y tercera, ¿cómo lo perdona?

Lleva por tema: « Et ibi dissipavit substantiam suam vivendo luxuriose» (Luc. 15). Solo está escrita una página, y no tiene la terminación habitual; quizás falte otro pliego. El predicador, que debía ser el de Cuaresma, ya había comenzado a prédica de la parábola del hijo pródigo el domingo anterior.

Lleva por tema: «Magister volumus a te signum videre» (Mat. 12, 38) [El autor solo pone Mat. 2]. Orienta el sermón a desengañar a semejantes incrédulos que renuncian a la fe como medio para adormecer la conciencia.

Lleva por tema: « Et cum ejecisset daemonium, locutus est mutus et admiratae sunt turbae» (Luc. 11, 14). El tiempo de Cuaresma es para la Iglesia tiempo de echar de las almas al demonio, aposentado por nuestros pecado. Orientado también a la confesión.

Lleva por tema: « Et erat ejeciens daemonium» (Luc. 11, 14). Lo une al evangelio de Mateo, cap. 12, donde el energúmeno era ciego. El demonio le impedía hablar y ver. Imposibilitado para oír la doctrina y ver la obras de Jesús. También orientado a la confesión

Como tema bíblico tiene el pasaje de S. Mateo, cap. 5, 16: «Sic luceat lux vestra coram hominibus ut videant opera vestra bona et glorificent Patrem vestrum qui in coelis est». Divide el sermón en tres partes: en qué consiste el buen ejemplo; necesidad del buen ejemplo; portentosas consecuencias del buen ejemplo.

Sermón incompleto, pues en la parte superior pone el n. 27 (sin referencia) y el comienzo de este pliego, señala un punto 3º y otro 4º, faltando los anteriores. El tema bíblico se desarrolla en dos frases: «Qui timet Deum, nihil negligit.» (Ecclesiastes. VII, 19), y «Qui timet Deum faciet bona» (Ecclto. 15, 1). El pecador dará cuenta de todos sus pecados y el juicio resultará severo.

El tema bíblico es: « Venit hora, et nunc est, quando mortui audient vocem filii Dei et qui audierint, vivent.» (Joa. 5, 25). Justifica la creencia en el purgatorio y excita la virtud de la caridad para con las almas del purgatorio, pues solo les podemos ayudar ya con nuestras oraciones; otros, por la misma virtud, rogarán por nosotros cuando lo necesitemos.

El sermón Sobre la educación de los hijos, ocupa las pp. 327 a 336.
El sermón Fúnebre a la muerte de la Reina Doña María Josefa Amalia de Sajonia, ocupa las pp. 337 a 349 y un Indice del volumen de sermones ocupa las pp. 351-352.
Son parte del volumen titulado «Sermones predicados por el licenciado D. Santiago José García Mazo, magistral de la Santa Iglesia Catedral de Valladolid y un preámbulo de apuntes de retórica» Valladolid, Imprenta de D. Manuel Aparicio, 1847.

Como tema bíblico toma: «Mors peccatorum pessima» (Sal. 33), y añade "dudoso", Sin que sepamos a que se refiere. El título tiene dos tachaduras. Compara la muerte del justo, que vivió en justicia, y la muerte del pecador, que murió en su pecado.

El sermón tiene por tema bíblico: «Remove a te os pravum; et detrahentia labia sint procul a te» (Prov. 4, 24-27). La señal por la cual el Señor ha querido reconoce a sus discípulos es el amor que los unos deben profesar a los otros. Pero ese amor lo hace desaparecer el horrendo vicio de la murmuración.
Las dos cuartillas sueltas son notas sobre el mismo tema de la murmuración. En una de ellas, apoyándose en la Carta del Apóstol Santiago invita a la oración de los unos por los otros.
El billete, narra una anécdota de San Felipe Neri, que a una penitente murmuradora le puso de penitencia ir al mercado y comprar una gallina y desplumarla. Lo que hizo la señora en un paseo por Roma, pero las plumas las fue tirando y el viento le ha impedido recoger todas las plumas. Esto, le dijo el santo, debería enseñarte lo que es la maledicencia: las suposiciones, las calumnias, las difamaciones se lanza al aire y luego es imposible recogerlas.

El sermón no tiene tema bíblico. Se remonta a Adán y Eva, causantes de la pérdida del paraíso. Afirma que por ahora no sabemos que se distingan los tormentos del infierno de los del purgatorio, sino solo en la duración. Intentará enseñar las verdades de la religión cristiana sobre el cielo y el infierno para que sepan responder a los que no creen en uno y otro. Termina animando a los fieles al recuerdo del purgatorio y de los difuntos familiares para que por la oración puedan conseguir la liberación cuanto antes.

El sermón con el tema bíblico: « Domine non habeo hominem.» Señor por vuestra infinita bondad tened piedad y misericordia de nosotras, que nos hallamos abandonadas de todo viviente ( San Juan al cap. 5 de su sagrada historia). El tenor del sermón es la suma miseria y calamidad en que se encuentra las almas de vuestros difuntos que padecen en el purgatorio, donde algunos padecen 30 años, otros 40... y hay algunos que afirman que algunas almas permanecerán allí hasta el fin del mundo. Aplicando las palabras de Dios a Caín: "la sangre de Abel clama a mí desde la tierra", las almas de los padres, parientes... claman también a Dios.
El sermón está firmado por Fr. Manuel Miguez y más abajo por Fr. Manuel.

Como tema bíblico toma: «Impii in circuitu ambulant» (Sal. 11, 9): Los impíos caminan por todas partes errados.
Por la letra y estilo se relaciona con el documento anterior.