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Ignacio Calzada, había sido frailes profeso de coro en la O.P., y terminado el tiempo de los votos simples, no quiso hacer la profesión solemne y volvió a siglo y ahora penitente y con verdaderos deseos quiere volver, pero como hermano lego, no de coro. Pero como ya vivió 5 años de dominico pide dispensa del Can. 542, n. 1 y que se le dispense también del postulantado y el nuevo noviciado, y tras los ejercicios espirituales que se le impongan poder hacer la profesión simple.
Roma concede la licencia siempre al arbitrio y conciencia del P. Maestro de la O.P:, pero pide que el postulante haga un escrito de propia mano aceptando dicha licencia y que este testimonio se conserve con esta misma licencia del rescripto. Ignacio Calzada en el mismo folio acepta el rescripto y lo firma.