Es un testimonio auténtico, aunque incompleto, de la devolución de unas reliquias de la beata Juana de Aza, que fueron robadas, por un frailes, devueltas y nuevamente depositadas. El escribano Antonio de Casas levanta acta de la declaración del P. prior, Fr. Manuel Antón y de la nueva colocación de las reliquias. El original está en papel de oficio del año 1764. El párroco de la iglesia de San Miguel de Peñafiel, firma y sella que el original está en la urna-relicario de dicha beata.
El ladrón fue un fraile, que después salió del convento y ante las censuras que decretó el maestro de la orden de predicadores, Fr. Juan Tomás de Boxadors, devolvió las reliquias robadas.
Antón, Manuel, O.P. prior